Inter – American Defense College
Javier Navarro Ortiz
2021
El ser humano en su esencia es sociable y permanentemente se ve impulsado para relacionarse y vivir en comunidad, de esa interacción surge la necesidad de satisfacer sus propios intereses y prioridades, precisamente de allí puede emerger el conflicto en las diferentes esferas de la vida, donde las emociones y sentimientos con las que se aborde pueden marcar la diferencia y cobran importancia los diferentes métodos y técnicas que se allanen para su resolución.
En este ensayo desarrollaré tres lecciones aprendidas; en la primera, analizaré como los actores del conflicto, las causas subyacentes y los procesos inciden en su solución. En la segunda, se explicará la relevancia de los actores internacionales y su impacto en los procesos, finalizando con la búsqueda de una paz duradera desde el enfoque de la transformación. Estas lecciones aprendidas estarán vinculadas a los resultados de aprendizaje 1, 2, 3, y 4[i] y estarán contrastadas conforme a la experiencia del conflicto en Colombia.
[ii] El conocimiento de las causas subyacentes del conflicto nos permite un abordaje integral que promueve una solución sostenible. Antes de estudiar el origen y permanencia de los conflictos, es fundamental conocer las causas subyacentes y actores implicados, de lo contrario sería difícil desarrollar soluciones sostenibles que contribuyan a la defensa y consolidación de la paz.
Iniciaré hablando del conflicto, el cual es definido por La Real Academia de la Lengua Española como: “Combate, lucha, pelea”[iii]. Asimismo, Freund argumenta que el conflicto deriva del enfrentamiento por choque intencionado entre dos sujetos o grupos que tratan de romper la resistencia del otro.[iv] Desde la perspectiva anterior, es trascendental comprender el conflicto como un elemento dinámico en el que se descubre que existen valores, intereses o metas similares o discordantes.[v]
Sobre el particular, Smith considera que se debe tratar las raíces del conflicto, de lo contrario los esfuerzos de reconstrucción están condenados al fracaso;[vi] por lo tanto, es imperativo reflexionar que el conflicto puede ser originado en los niveles intra-personal, inter-personal, intra-grupal e inter-grupal.[vii] Lo que nos obliga a entender estas dimensiones y hallar soluciones diferenciadas conforme al contexto para construir una mejor relación. Lederach, propone que la construcción de la paz no puede entenderse como una ingeniería social, sino que plantea una serie de enfoques útiles para pensar y desarrollar acciones y procesos en escenarios de conflicto.[viii]
Para el caso de Colombia, según Neufeldt et al, Lederach expone tres elementos que interactúan, siempre presentes en la estructura de un conflicto y las define como las 3 “P” [ix] (Personas, Proceso y Problemas). Siguiendo el esquema de personas, se puede analizar que la identidad de los actores fue fundamental para el avance de las negociaciones de paz; aún no es clara la percepción de los colombianos acerca de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FARC), para unos es un grupo subversivo y para otros unos delincuentes; lo que es cierto, es que su origen obedeció al olvido de los campesinos en la reforma agraria. Del otro lado, está el gobierno de Colombia que durante 60 años no tuvo una política de Estado en relación al conflicto armado y por tanto dependía del gobierno de turno la postura frente a una posible negociación; aunado a ello, el pueblo que sufre con los modelos de violencia indiscriminados de la guerrilla y una densa participación de actores del centro y periferia tanto legales como ilegales con intereses diversos.
En relación con el problema, los actores implicados se limitaron a exigir soluciones individuales sin tener en cuenta y escuchar las preocupaciones y razones de los otros, polarizando el país e impidiendo distinguir las verdaderas causas subyacentes, los efectos y el tema central. El proceso, se refiere al modo en el cual un conflicto se desarrolla y la manera de resolverlo. Aquí la faceta del poder, de quién influye, y de quién tiene o no voz para identificar las etapas del conflicto.
Considero que identificar los actores sin exclusiones nos permite hacer un mapeo real que visualice las interacciones, intereses, posiciones, condicionantes y capacidad de influencia de los mismos; todos los actores son importantes y en mayor o menor medida inciden en el problema y la solución. Además, conocer las causas subyacentes del conflicto nos ayuda a determinar la forma de intervención o incluso de no intervención, como lo describe Luttwak.[x]
Es mejor una paz imperfecta que siga evolucionando a una guerra perfecta que se mantenga en el tiempo. Los desvelos que genera la guerra han sido motivados en gran parte, por la magnitud de víctimas humanas y por las discusiones asociadas al conflicto. Es paradójico que en pleno siglo XXI, la valoración social e internacional sobre la paz no haya cobrado un simbolismo de grandes proporciones; en Colombia la internacionalización del proceso de paz se dio con el gobierno de Andrés Pastrana, desde dos perspectivas contrapuestas, la política para terminar el conflicto a través de las conversaciones de paz y la militar en caso de fracasar la negociación. El gobierno de Juan Manuel Santos, solo le apostó a la paz negociada, inició por definir el papel de los actores internacionales, países acompañantes como Venezuela y Chile, y países garantes como Noruega y Cuba. De esta forma, halló mecanismos que permitieron combatir la violencia y favorecer la transformación del conflicto[xi] teniendo en cuenta las relaciones entre el Estado y la comunidad nacional y la internacionalización del conflicto como eje primario de coordinación multilateral.
Entonces, para el éxito en la resolución del conflicto, es necesario tener en cuenta lo planteado por Engel y Korf, quienes expresan que las negociaciones consensuadas son más eficaces que otro tipo de negociación.[xii] Somos conocedores que el conflicto se mantiene latente si los actores involucrados defienden sus propios intereses. Como sucedió en el caso colombiano donde las víctimas no fueron tenidas en cuenta, por lo tanto, fue necesario el respaldo internacional a través de la ONU para incorporar y clarificar el rol de las víctimas en las conversaciones, permitiendo poner en el mismo escenario aquellos que sufrieron los efectos del conflicto y quienes generaron el daño, para reconocer y entender que la violencia no es el mejor camino y que el perdón es fundamental para seguir avanzando en la búsqueda de la paz.
En este sentido, la internacionalización del conflicto fue la razón primaria que apalancó mecanismos cooperativos de actuación[xiii] y solo así minimizar el impacto hemisférico. Recordar que dado a los vínculos con otros países las guerrillas pudieron sobrevivir y constituirse en un desafío real para el gobierno y la sociedad civil. Quizas por ello, a la luz de Domínguez, hay que reflexionar sobre la importancia del apoyo internacional para que las disputas que se trasladan a zonas de frontera no deterioren las relaciones entre los Estados.[xiv]
De otra parte, un momento en el que fue determinante el apoyo de la comunidad Internacional, se dio en el marco del plebiscito sobre los acuerdos de paz, para que la comunidad diera su aprobación o rechazo a lo pactado con las FARC por parte del gobierno, el resultado fue la negativa del pueblo colombiano y fue allí donde de forma inmediata la Unión Europea, Estados Unidos y la ONU allanaron diferentes frentes para salvar el proceso de paz, siendo necesario la renegociación con las objeciones de los detractores. Nos damos cuenta, como con la ayuda internacional se logró un acuerdo con grandes cambios especialmente en la reducción de la violencia, recuperaciòn del territorio y fortalecimiento de la institucionalidad; aunque no fue un acuerdo perfecto, permitirá seguir avanzando hasta lograr una paz estable y duradera, como lo indicaré en la siguiente lección.
[xv] La transformación del conflicto es el camino en la búsqueda de una paz estable y duradera. Es imposible que el conflicto desaparezca sin un adecuado tratamiento a través de diferentes estrategias y métodos, se necesita de intrumentos solidos para transformarlo. Sin embargo, mientras persista la corrupción, injusticias, distribución desigual de recursos y debilidad institucional el panorama puede ser desalentador.[xvi]
Es necesario analizar la percepción de Lund, el cual asegura que la curva del conflicto nos recuerda que pocos conflictos violentos han brotado de la nada.[xvii] Esta premisa obliga conocer nuestro problema desde sus lógicas internas y externas para comprender su génesis. Lo cual se ajusta con Freund cuando asevera que los conflictos han generado oposiciones intencionadamente entre los sujetos con un fin hostil que puede llegar al exterminio de los otros.[xviii]
Neufeldt et al, suguieren utilizar la metáfora del “Árbol”,[xix] donde las hojas son los enfrentamientos entre las fuerzas del Estado y las guerrillas; el tronco la división política, social y económica y las raíces la desigualdad, inequidad social y debilidad institucional.
El Acuerdo de paz de Colombia desde su firma se convirtió en un tema de debate y división social.[xx] Muchos no comparten el final del proceso por el modo como se cimentó y aprobó. Para clarificar un poco el tema, podemos utilizar los tres enfoques de análisis de Reimann, (regulación, resolución y transformación),[xxi] para la respuesta al conflicto. Primero la regulación del conflicto, que pasa por emplear medidas coercitivas.[xxii] Asimismo, Stephan y Chenoweth, argumentan que el empleo de métodos de resistencia no violentos, son más eficaces que los métodos violentos.[xxiii] Desde la perspectiva anterior nuestro conflicto necesitó de medidas contundentes de uso de la fuerza legítima para doblegar a las FARC y encontrar una voluntad real de negociación, asi como también la movilización pública que rompió los precedentes de indiferencia y generó una participación más activa.
En la transformación del conflicto las relaciones verticales de actores con estatus desigual es preponderante, tal como se dio en los espacios territoriales de capacitación y reincorporación, en donde bajo una misma sombrilla se establecieron relaciones saludables, donde la fuerza pública debió garantizar la seguridad de excombatientes y propició mediante talleres con la comunidad el cambio en las personas para que aceptaran esta nueva población vulnerable, aumentando los niveles de confianza, permitiendo su reintegración la cual tuvo un impacto positivo en el ámbito economico y social. Urge reconocer que durante el proceso, se ha mantenido un sistema democrático capaz de reformarse y modernizarse, haciéndolo más inclusivo dando participación a la sociedad civil.
Sería irresponsable aseverar que en Colombia pueda existir una paz duradera por el hecho de haber alcanzado un acuerdo negociado con las FARC, toda vez que que existen unas disidencias y otros actores armados que persisten en generar violencia directa, además de la violencia estructural como la pobreza y la desigualdad. Es por ello, que hay que seguir transformando el conflicto en procura de lograr cambios positivos en las personas, organizaciones y la sociedad, hasta lograr la reconciliación y el perdón, con una participación activa y decidida de los jóvenes como impulsores de cambio en la etapa de transformaciòn. Puedo concluir, manifestando que el éxito al momento de enfrentar los conflictos está en conocer las causas subyacentes del mismo, reconociendo a todos los actores. La paz no se logra producto del azar y la casualidad, sino de procesos sistemáticos con aplicación de diferentes técnicas y modelos conforme a su definición y contexto. Los actores internacionales son fundamentales en la resolución de conflictos y más allá de ello, la transformación del mismo nos acerca a encontrar una paz duradera cimentada bajo procesos serios y voluntades reales.
[i] Colegio Interamericano de Defensa (CID), Syllabus de Análisis y Resolución de Conflictos (Washington DC: CID, abril de 2021, 3.
[ii] Colegio Interamericano de Defensa (CID), Syllabus de Análisis y Resolución de Conflictos (Washington DC: CID, abril de 2021, 3.
[iii] RAE- ASALE, “«Diccionario de la lengua española» – Edición del Tricentenario,” «Diccionario de la lengua española» – Edición del Tricentenario, accedido abril 10, 2021, http://dle.rae.es/.
[iv] Freund, Julien, “Una Definición y Sus Comentarios,” 1995, 57–58.
[v]Colegio Interamericano de Defensa (CID), “Definición del término conflicto,” en Manejo y negociación de conflictos, Curso de certificado del CID, Partnership for Peace Consortium Advanced Distributed Learning Working Group (Washington, DC: CID, 2006), 1-11.
[vi] Dan Smith, “Tendencias y causas del conflicto armado,» The Berghof Handbook for Conflict Transformation, Reasearch Center for Conflict Management,(Julio 2000): 5, accedido el 09 de abril de 2021, http://www.berghoffoundation.org/fileadmin/redaktion/Publications/Handbook/Articles/spanish_smith_handbook.pdf
Nota Aclaratoria: Es importante destacar que como fuerzas del Estado hemos atacado normalmente los efectos de los conflictos y participamos de la regulaciòn del conflicto, he aprendido en este curso que aunque no es nuestro menester trabajar sobre las causas subyacentes del conflicto, es de mucha valìa conocer a fondo cuales son y entenderlas para poder hacer el abordaje y como asesores tambièn hacer las recomendaciones a quienes tienen la competencia para abordarlas. Como policìa veo cada dìa en la atenciòn de conflictos de toda ìndole como se trabaja en lo visible, equivocadamente se pretende resolver los problemas desde los efectos tal como lo demuestra Galtung en el triangulo de la violencia, desconocemos la violencia estructural y cultural.
[vii] Caritas International, Habilidades del constructor de paz: análisis del contexto y del conflicto en Construcción de paz: manual de capacitación de Caritas (Ciudad del Vaticano: Caritas Internationalis, 2002),51-65.
[viii] Mark Hamilton and others, “Una Pedagogía Para La Consolidación de La Paz: Práctica de Un Modelo Integrador Para El Análisis y La Respuesta a Los Conflictos,” Revista de Mediación 8, no. 3 (2015): 2,
[ix] Neufeldt et al., “Módulo 3: Habilidades Del Constructor De Paz – Análisis Del Contexto y Del Conflicto,” (Ciudad del Vaticano: Caritas Internationalis, 2002),51-65.
[x] Luttwak, Edward, “Demos Una Oportunidad a La Guerra,” Foreign Affairs 78, no. 4 (1999): 36.
[xi] United States Institute of Peace, La curva del Conflicto, Curso de certificación: Análisis de conflictos, Centro de capacitación y educación (United States, 2008),10. www.usip.org/training/online
[xii] Antonia Engel y Benedikt Korf, “Analizando el conflicto,” en Técnicas de negociación para la ordenación de los recursos naturales, (Roma: Organización para la alimentación y agricultura de las Naciones Unidas, 2005), 262.
Nota Aclaratoria: Es importante aclarar que no todas las negociaciones se realizan por consenso, muchas veces cuando no existe voluntad real se realiza como una estrategia de guerra, para tomar fuerza, para reorganizarse, para evitar un resultado estratégico de momento, lo que indica que la voluntad real se debe percibir en el desarrollo del proceso. Además se puede encontrar el consenso por complacencia, o ser evasivos para no enfrentar la situación o cuando no existe una posición clara.
[xiii] Francisco Rojas Aravena, “El Difícil camino hacia el multilateralismo cooperativo proactivo y eficaz,” Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO, accedido 10 de abril 2021,http://www.flacso.org/sites/default/files/Documentos/cumbresiberoamericanas/Dif%C3%ADcil%20camino%20multilaterismo%20cooperativo%20proactivo%20y%20eficaz.pdf
Nota Aclaratoria: El conflicto interno en Colombia por muchos años se desarrolló sin ningún tipo de visualización externa, todo se quedaba en lo doméstico, de esta manera difícilmente despertaría el interés de actores internacionales o terceras partes con posturas neutrales que impulsarán los acercamientos, por eso la importancia de la internacionalización del conflicto, esto permite que se observen con claridad situaciones como violaciones flagrantes a los Derechos Humanos, el desplazamiento forzado y el reclutamiento, acciones que deslegitimarían ese grupo guerrillero para el caso de Colombia las FARC, y el gobierno encontraría interés en actores internacionales que respaldarían la institucionalidad.
[xiv] Jorge I. Domínguez con David Mares, Manuel Orozco, David Scott Palmer, Francisco Rojas Aravena y Andrés Serbin, “Disputas fronterizas en América Latina”, Foro Internacional 177, no. 4 (2004): 358.
[xv] Colegio Interamericano de Defensa (CID), Syllabus de Análisis y Resolución de Conflictos (Washington DC: CID, abril de 2021, 3.
[xvi] Bernardo Sorj y Danilo Martuccelli, «Problemas y promesas: economía informal, crimen y corrupción, normas y derechos», en El desafío latinoamericano: cohesión social y democracia (Buenos Aires: Siglo Veintiuno, 2008).
[xvii] United States Institute of Peace, La curva del Conflicto, Curso de certificación: Análisis de conflictos, Centro de capacitación y educación (United States, 2008),10. www.usip.org/training/online
[xviii] Julien Freund, “Una definición y sus comentarios”, en Sociología del conflicto (Madrid: Ediciones Militares, 1995), 58.
Nota Aclaratoria: Hago relación en este punto a que una situación de exterminio no es exagerado pensarla y es una de las variables que se pueda dar mediante acciones violentas, por vía de ejemplo recordemos lo sucedido en el holocausto y el genocidio que asombró a la comunidad internacional ante la mirada complaciente de actores internacionales como sucedió en Ruanda en 1994.
[xix] Neufeldt et al., 61–62.
[xx] Álvaro Villarraga Sarmiento, “Acuerdos de paz y finalización histórica del conflicto armado”, Derecho y Realidad Vol. 13 – No. 2, 1. (Julio – Diciembre 2015):121-152.
Nota Aclaratoria: en términos racionales pensaríamos que todos buscamos la paz y la tranquilidad, situación que no es tan cierta, en la medida que siempre existen opositores a los acuerdos negociados, como lo veíamos en clase en los ejercicios donde se identificaban los saboteadores. La guerra y los conflictos también trae beneficios para terceros que se lucran de la ilegalidad, o quizás del aprovisionamiento legal de armas o elementos que nutren la guerra, todo por un fin económico, siempre en toda guerra quedarán ciudades devastadas, personas en miseria, pero, otros saldrán fortalecidos de los resultados colaterales positivos que pueden tener especialmente en términos económicos o de poder.
[xxi] Cordula Reiman, «Hacia la transformación de conflictos: evaluación de los enfoques recientes de la gestión de conflictos» (The Berghof Handbook for Conflict Transformation, enero 2002 Berghof Research Center for Constructive Conflict Management ISSN 1616-2544, 2002):14. https://berghof-foundation.org/library/assessing-the-state-of-the-art-in-conflict-transformation-es
[xxii] Cordula Reimann, 11.
Nota Aclaratoria: Es importante recordar y cuestionarnos por qué Colombia no llegó a un acuerdo en el proceso de negociación llevado a cabo por el gobierno del presidente Andrés Pastrana de 1998 a 2002, pese a que tuvo todo el apoyo y acompañamiento de varios países y organizaciones multilaterales, la respuesta a mi juicio es una sola “No existía voluntad real por parte de las FARC”, por eso me refiero que es importante antes de entrar a negociar hacerlo en un momento donde las fuerzas y el poder de los actores esté equilibrado, para este momento las FARC se encontraban en una posición de fortaleza y habían obligado al gobierno a tomar decisiones bajo mecanismos de presión e intimidación, no habían sido afectados en su estructura y mucho menos en el primer nivel estratégico, por esta razón lo que buscaron y lograron fueron cuatro años de fortalecimiento donde además alcanzaron el reconocimiento internacional y se visibilizaron como un grupo que luchaba por los intereses del pueblo, desde luego que esta falacia fue desmentida con el tiempo y cuando se logró dar golpes contundentes en el gobierno de Álvaro Uribe permitió doblegar su voluntad y equilibrar fuerzas que obligaron a pensar en un acuerdo negociado como se dio años más tarde en el gobierno de Juan Manuel Santos.
[xxiii] María J. Stephan y Erica Chenoweth, “Por qué la resistencia civil funciona: la lógica estratégica del conflicto no violento”, International Security 33, no. 1 (verano 2008): 32.